lunes, octubre 12, 2015

Nada que celebrar

12 de octubre - Nada que celebrar

Mucha gente me pregunta por qué voy a trabajar el 12 de octubre, un día considerado como día feriado por casi todos los Estados de América.  Mi respuesta es simple.  No me presto a celebrar una efeméride oficial que celebra la invasión, el genocidio, el robo y la esclavitud, entre otras muchas cosas.

Se nos ha vendido la idea, a través del aparato educativo y estatal, de que el Sr. Colón, junto a su séquito, nos trajo la civilización y el progreso, pero esto hay que analizarlo muy finamente.  Ya éramos pueblos civilizados, no al estilo europeo, pero a nuestro estilo autóctono. Mayas, Incas, Aztecas, Caribes, Taínos... eran pueblos con sistemas des valores y modos de vida propios.


No nos descubrieron, nos invadieron, para usar una terminología más sincera.  Se nos impuso toda una cultura en detrimento, abierto y aberrante, de nuestras propias expresión cultural.  No fuimos vistos como humanos ni siquiera alma/espíritu se nos nos atribuía.   Fuimos esclavizados, nuestras mujeres violadas y vendidos como mercancía. Se nos dijo que todo esto debíamos aceptarlo como voluntad de un dios bondadoso, pero los medios y formas de transmitir a ese dios estaban muy lejos de la bondad y solo reflejaban la usurpación de nuestros recursos.

En muchos de nuestros países se cambió el nombre a esta celebración, así se pasó del Día de Colón al Día de la Raza y ahora se habla del Día del Encuentro de Culturas o Día de las Culturas.  Creo que esto es simplemente un maquillaje para no abordar el tema con toda la seriedad que amerita.

Creo que la historia debemos conocerla para poder dar mejor sentido a nuestras prácticas cotidianas y para transformarla.  Sí, hay espacio para la reconciliación, para la apreciación, para el respeto.  Esto debería comenzar con un reconocimiento honesto de las atrocidades cometidas.  Sí podemos celebrar el Día de las Culturas, pero no tiene que ser en esta fecha cargada de una memoria de tristes acontecimientos y abusos.  Además, tal celebración tendría que ser expresión de nuestra multiversidad cultural, incluido junto a nuestras culturas autóctona lo mejor que nos quedó de la cultura europea, africana y asiática.

Esto es solo un pensamiento a viva voz.  Ojalá que sea escuchado por nuestros historiadores e historiadoras.