Un espacio para compartir y reflexionar sobre mi experiencia en asumir la vida con alegría, entereza y solidaridad.
miércoles, noviembre 22, 2017
franjeando: De pobre y yo
franjeando: De pobre y yo: La palabra acecha aflora por los poros se cuela en tu mirada y te revela tiende su carpa en este cuerpo errante moja de esperanza tanta...
De pobre y yo
La palabra acecha
aflora por los poros
se cuela en tu mirada
y te revela
tiende su carpa en este cuerpo errante
moja de esperanza tanta desolación.
La mirada habla
y tus manos de angustias
se pozan en mi acomodado corazón.
La escucha, acuciante
me mueve a tu piel hecha surcos.
y brotan en mi la indignación y la esperanza,
las ganas de hacerme otro contigo
de transformar esta muerte
de dar paso a la gratuidad de la vida.
Oh!
Canto de rostro humano que interpela.
Me haz traspasado la dignidad
me haz acercado a esa otra, otro tan próximo
haciéndome hermano en todo,
mostrándote verbo
abriendo a cada paso
nuevos rumbos para andar.
Foto: https://astroreth.wordpress.com/2012/10/08/la-posada-de-la-abuela/abuela/
aflora por los poros
se cuela en tu mirada
y te revela
tiende su carpa en este cuerpo errante
moja de esperanza tanta desolación.
La mirada hablay tus manos de angustias
se pozan en mi acomodado corazón.
La escucha, acuciante
me mueve a tu piel hecha surcos.
y brotan en mi la indignación y la esperanza,
las ganas de hacerme otro contigo
de transformar esta muerte
de dar paso a la gratuidad de la vida.
Oh!
Canto de rostro humano que interpela.
Me haz traspasado la dignidad
me haz acercado a esa otra, otro tan próximo
haciéndome hermano en todo,
mostrándote verbo
abriendo a cada paso
nuevos rumbos para andar.
Foto: https://astroreth.wordpress.com/2012/10/08/la-posada-de-la-abuela/abuela/
viernes, noviembre 10, 2017
De educación y otros demonios
Aquí estoy, recuperando este espacio del cual me había alejado por un rato, pero lo bueno es que volvemos a entrar en relación.Casi siempre cuando pienso en la realidad cotidiana que vivimos y construimos en nuestro hermoso y ultrajado planeta, pienso en el Gabo (Gabriel García Márquez) y su capacidad maestra de introducirnos al realismo mágico. De aquí a que juegue con el título de uno de sus libros para nombrar esta entrada en el blog.
Vivimos no solo en un cambio de época que a la vez es una época de cambios significativos en toda la complejidad de nuestras vidas. No importa donde estemos, ya sea en el Sur o en el Norte global, este es un momento histórico-existencial que nos moja a todxs; y parecería, a juzgar por nuestras acciones cotidianas, que los ritmos de tales cambios sobrepasan nuestra capacidad de adaptación. Es en este contexto situado, contexto ecológico-político-económico-social, donde crear y ser signo de esperanza implica el 'rodarse las mangas' e involucrarse en acciones concretas de liberación. Y digo liberación de manera intencional, pues, me niego a que dicho término sea secuestrado por una clase política que ha demostrado no ser diferente a quienes, en cada tramo del mundo, han exprimido y oprimido a la gente y a la naturaleza.
El actual paradigma socio-políco-económico nos empuja a hacia relaciones destructivas, de desigualdad y de miseria, es decir, de muerte. El hecho de que 8 personas (y en este caso todos hombres) cuenten con una riqueza acumulada mayor que la que tienen 3.6 mil millones de personas es una muestra más de que el modelo actual no nos llevará a mejores caminos ni proveerá mejores prácticas para la vida. La desigualdad acompañada de corrupción, violencia, injusticia e impunidad suceden sin escrúpulos en nuestros diversos contextos. Por ejemplo, y para mencionar dos contextos que me son muy familiares, en América Latina y el Caribe cargamos a cuesta el peso de latrocinios históricos que nos han estancado como pueblos. Por su parte, en EE.UU. se desata un proceso de involución democrática, asociado a grupos racistas con mucho poder y ambición económica que, poco a poco, va destruyendo la institucionalidad y los procesos de construcción de libertades. Claro está, en ambos escenarios está es una realidad que se ha venido articulando sostenidamente y sin pausa.
El modelo educativo escolarizado en buena parte ha servido para cimentar, fortalecer y promover los males que hoy nos afectan. No quiero satanizar la escuela, solo quiero llamar la atención sobre el rol que esta juega en la formación de ciudadanos y ciudadanas; y es que la escuela, como estructura, se ha constituido en espacio de adoctrinamiento y ha abandonado su misión educativa para servir a intereses lejanos a la formación de personas y re-creación cultural. Carlos Calvo le gusta decir "hay que desescolarizar a la escuela", es decir, devolverle su visión y praxis educativas. Dejar de lado los engorrosos procesos burocráticos y echar andar auténticos procesos democráticos y de inclusión que estén al servicio de toda la comunidad educativa. Para poner esto en contexto, hace unos días comentaba sobre el caso de una escuela donde profesores y administradores optaron por penalizar dejando sin espacio de recreación a un niño que de 9 años que ha mostrado conductas agresivas. Decidieron que sin importar quien iniciaba el conflicto, dicho niño sería primariamente penalizado solo por el hecho de estar involucrado y basado en sus "antecedentes". Cuento esto porque me llamó la atención que la solución se haya enfocado en el camino más fácil para la burocracia escolar. Al final, este tipo de decisiones no están orientadas a proveer un espacio de formación al niño o niña ni mucho menos a promover la convivencia en el resto de la comunidad educativa, pues, lo que este tipo de acción promueve es el aislamiento, la mentira, la manipulación, la violencia y la exclusión en la escuela.
Soy optimista y creo que otra escuela es posible. Una escuela que promueva relaciones auténticas entre todas las personas que de ella participan, que les apoya y que busca reconocer las diferencias apostando siempre al encuentro pedagógico que hace posible el aprendizaje. Claro, en el contexto actual, esa escuela sería percibida como un demonio ante el puritano concepto de la escuela como cuatro paredes, de decisiones verticales y cerrada a la comunidad que sirve.
A este demonio de escuela desescolarizada habrá que darle la bienvenida si es que queremos combatir los males que nos agobian. Sí, la escuela, esa estructura y espacio social sigue teniendo importancia en la creación cultural y en todo lo que ello implica, y es por esto que me atrevo a afirmar que si queremos revolucionar nuestro adolorido momento histórico, tendremos que incluir cambios genuinos y sustanciales en el modelo de escuela, para que esta sea auténticamente democrática, inclusiva, respetuosa, justa, solidaria, honesta, transparente y ecológica, entre otros tantos demonios.
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