domingo, abril 13, 2014

VIDA: Desafíos, descubrimientos y transformación


             Re-pensar la existencia desde la propia realidad no siempre resulta ser un proceso de claridad ni mucho menos ajeno a la vida de los otros y otras con quienes compartimos nuestro caminar particular.  Lejos de esto, nuestra experiencia vital y todo lo que ella implica, se ve permeada y en constante relación con todo lo que nos rodea y, de manera muy particular, está muy vinculada a la experiencia de vida de las personas con quienes compartimos la cotidianeidad.  Es en éste contexto en el que se precisa afrontar los retos y oportunidades vitales, estos como momentos de descubrimiento en donde se puede concretar una transformación hacia la propia integridad.  ¿Pero cuáles podrían ser algunos de los pasos necesarios en este proceso  de profundidades y crecimiento?  ¿A qué se podría prestar atención para no perderse en intentos fragmentados y aislados que limiten nuestra experiencia de vida?  ¿Cómo podríamos re-tomar el curso de nuestras acciones hacia prácticas más respetuosas y coherentes que promuevan un auténtico desarrollo y calidad de vida?  Estas inquietudes nos llevan a una reformulación de nuestra propia formación-información, esa que, en cierto modo,  moldea nuestra manera de percibir y de actuar en la vida.

            Parece que, entre los primeros desafíos en este ‘irse haciendo’, hay que des-construir la tan afianzada idea de Ortega y Gasset sobre el “yo soy yo y mi circunstancia”.  Esto así, porque nuestra experiencia vital no se reduce a la realidad particular y muchos menos la circunstancia de cada persona existe de manera aislada.  En tal sentido, el reto de re-definir lo que hemos aprendido como clave única y válida de interpretación de la vida, implica una nueva manera de educción, una nueva apreciación y acercamiento a realidades conocidas y por conocer, pero con ‘lentes’ diferentes de apertura a posibilidades infinitas.  Sí, éste, sin caer en recetarios ni absolutismos, pues no creemos en caminos únicos, parecería ser un momento desafiante ante cualquier situación con esperanza de cambio.

            Una nueva apertura y acercamiento a lo cotidiano (nuevo aprendizaje) nos puede conducir a descubrimientos de implicaciones únicas, tanto particulares como colectivas.  Es en el contexto de sentirse y saberse en relación donde dichos descubrimientos pueden llevarnos a una mejor comprensión de nuestra propia existencia y de su vinculación con el cosmos, no ya desde una visión de dominación, sino en una nueva relación en la que nos sentimos parte de, acompañados y acompañadas; en fin, como seres con sentido de pertenencia, de respeto y dignidad ante todo lo que representa la vida.

            Si nuestro caminar, de constante retos y oportunidades y orientado desde una nueva manera de ver el mundo nos conduce a descubrimientos esenciales, entonces podría decirse que hay una invitación muy concreta en dichos descubrimientos para la transformación.  Una transformación que va más allá de los modelos conceptuales, sociales y políticos en las que hemos sido formadas y formados.  Esta transformación ha de concebirse como movimiento en expansión y de complejidad, pues, la misma integra en sí todo nuestro sentir, actuar y todas las relaciones, conscientes  o no, en las que de alguna manera nos vemos involucrados e involucradas.

            Transformase en este sentido es revolucionarse intencionalmente.  Esto es, con apertura a todo aquello que pudiere demandar cambios de mayor envergadura, con la mirada puesta en cómo afinar la sensibilidad ante lo ajeno y lo propio, pero sobre todo con la voluntad de trabajar para todo aquello que representa el aprendizaje, respeto y desarrollo de calidad de la experiencia humana como parte integral de la vida. Lo que en otras palabras, nos lleva a asumir el significado ético, socio-político, ambiental, espiritual y de constate cambio, entre otros, que dicha trasformación requiere.

            La vida, concebida como ‘espacio’ de desafíos, descubrimientos y transformación, se re-crea permitiendo nuevas construcciones sociales y nuevos caminos de crecimiento personal hacia la integridad.